Entrevista a Victor Arrellaga, director de Tecinci
Como respuesta a esta situación se han generado muchas empresas desarrolladoras que a su vez son respaldadas por empresas constructoras que llevan a la realidad los planes y desarrollos inmobiliarios. La construcción es mi área de acción y sobre la cual opinaré con mayor seguridad.
Las coyunturas inmobiliaria y económica, local y regional, nos presentan riesgos y oportunidades. La inestabilidad de precios generada por el corte económico de la pandemia a nivel mundial se está disipando, pero aún no ha concluido.
Los precios de materiales claves como el acero, aluminio, vidrios, yeso, revestidos, etc., han sufrido, después de la pandemia, un aumento de precios, nunca visto históricamente, motivados por la crisis de los contenedores marítimos y por la concentración de pedidos a las demandas insatisfechas por los cortes de actividades a nivel mundial.
Esta situación ha afectado en forma negativa a los desarrolladores inmobiliarios y, sobre todo, a las empresas constructoras que vieron sus costos aumentados en sus contratos en ejecución.
Por otro lado, la coyuntura local y regional generaron condiciones positivas para el crecimiento de la demanda inmobiliaria, lo que impulsó el desarrollo del sector de la construcción en estos últimos años con el uso de nuevas tecnologías y de nuevos materiales de construcción.
Un análisis básico y práctico de la demanda inmobiliaria nos indica que: existe una clase media en crecimiento que representa a la demanda genuina; a esta demanda genuina se suma también el inversor paraguayo que solicita unidades para renta en alquiler; por último, pero sin indicar este orden ninguna superioridad numérica de uno a otro, existe una demanda coyuntural extranjera que hoy busca en Paraguay aplicar su inversión en bienes inmobiliarios.
Los formatos inmobiliarios han sufrido cambios. Pocos años atrás el segmento de nivel económico medio alto era el sector demandante. Esto nos llevaba a productos de mayor superficie, casas y departamentos de mayor área que resultaban en precios altos de las unidades.
Hoy la demanda es del segmento medio y medio bajo que exige productos más compactos y de menor costo.
El escenario del mercado de la construcción también ha cambiado: la incorporación de técnicas de construcción más industriales; la incorporación de materiales de construcción más innovadores que levantan el nivel del producto final sin necesariamente levantar los costos; la incorporación de equipos y maquinas que fortalecen a la industrial de la construcción; el desarrollo de la estructura de comercialización de inmuebles, nuevos y usados, ha sido importantísima en este proceso.
“Nos falta muchísimo por caminar y esta situación es justamente la ventaja que tenemos para desarrollar el mercado inmobiliario y el de la construcción. ”