Las empresas en primera instancia deben actuar con absoluta honestidad y trasparencia, desde el producto que se ofrece, su calidad, la calidad de sus ingredientes y procesos, hasta la gestión comercial y su precio.
Entrevista a Javier Diaz de Vivar, presidente de Fortín S.A.
Las empresas deben tener un respeto al cliente, al consumidor, a las normas y leyes que rigen al país. En este caso, a nuestra industria en particular, desarrollando prácticas que promuevan el bienestar no solo de sus clientes y consumidores, sino de los colaboradores que trabajan y aportan su esfuerzo a la empresa.
Por más que el entorno y la competencia sea desleal a veces, la honestidad, respeto y buenas prácticas sostenibles en el tiempo rinden sus frutos, creando un efecto positivo en resto del país. El ejemplo genera un círculo virtuoso en colaboradores, proveedores, competencia y en otras industrias.
Desde Fortin promovemos mantener nuestras costumbres y tradiciones como paraguayos, pero las ejecutamos con mucha innovación y elementos actuales, proyectando al individuo y a los pueblos a un futuro mejor, preservando su identidad.
Promovemos las buenas prácticas, disciplina y respeto estricto a los procesos lo cual nos permite alcanzar niveles de calidad que conquistan al consumidor local y trascienden las fronteras. El trabajo bien hecho no tiene nacionalidad y no se hereda, se construye en el día a día.
El respeto a las personas y al medio ambiente también, son indispensables para desarrollar productos y negocios sostenible en el tiempo.
“El ejemplo genera un círculo virtuoso en colaboradores, proveedores, competencia y en otras industrias. ”