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Una mirada a la hotelería paraguaya

El turismo en Paraguay ha aumentado sobremanera en los últimos tiempos. Con respecto al tema, Branko Vuckovich, propietario de La Misión Hotel Boutique y The Hub Hotel Asunción, explica sobre el impacto que pudo observar en la industria hotelera a través de los años. De igual forma, señala cuáles son los desafíos que el sector todavía tiene que mejorar para lograr una mejor oferta de servicios.

¿Cómo fueron sus inicios en la industria hotelera?

Soy hotelero desde el año 2000. Empecé construyendo un hotel en Coral Gables, Miami, donde fui a vivir por cinco años. Hice un hotel “shop and rental”, que consistía en 80 departamentos que se alquilaban amoblados por una semana a un mes para adelante. Con ese equipo de hotelería comencé, hasta que me convencí de que Paraguay era el lugar donde quería vivir y dejar huellas en la industria hotelera.

En el 2004 regresamos con mi familia al Paraguay, y en el 2005 comencé la construcción de La Misión. La Misión es un hotel artesanal, boutique, con detalles; costó armar el concepto entre la parte arquitectónica y lo que queríamos mostrar, que eran las reducciones jesuíticas y la “belle epoque” paraguaya del 1800. Todo el hotel está muy cargado de detalles y tardamos casi tres años en inaugurar, lo que finalmente se realizó en el 2008. El mes pasado cumplimos 10 años de Hotel La Misión.

Antes de empezar a construir La Misión, si me preguntaban si era necesario un hotel boutique y temático en esta zona yo hubiera dicho que no. Ningún estudio de mercado hubiera dado esa respuesta positiva. Entonces creo que, una vez instalados, la oferta que hicimos de servicios, completamente diferentes a las que había (que era una oferta corporativa exclusiva de cadenas), capturó el interés de mucha gente y se creó una demanda importante en este tipo de mercado. Dicho esto, después de un tiempo empezaron a crearse más hoteles con diferentes características, aunque es muy difícil que se pueda replicar un hotel como La Misión, donde el nivel de servicios es muy alto y los parámetros de calidad que exigimos a nuestros colaboradores es de muy alto estándar. Pero sí aparecieron otros hoteles más corporativos, con servicios limitados y en esa etapa comenzamos a darnos cuenta que necesitábamos un hotel fresco, moderno, con pocos servicios pero muy fácil de gestionar.

El Hub es un hotel que se creó para trabajar; tiene un café muy bueno en la planta baja, salas de reuniones en los entrepisos, habitaciones muy luminosas pero acotadas en tamaño para lo que uno necesita, muy limpias, con un internet de fibra óptica muy bueno, entre otras características. Es una excelente oferta para las características básicas de una persona que viene a trabajar un par de días

El Hub es un hotel que se creó para trabajar; tiene un café muy bueno en la planta baja, salas de reuniones en los entrepisos, habitaciones muy luminosas pero acotadas en tamaño para lo que uno necesita, muy limpias, con un internet de fibra óptica muy bueno, entre otras características. Es una excelente oferta para las características básicas de una persona que viene a trabajar un par de días, que necesita estar muy bien ubicada en Asunción y donde todo lo puede hacer caminando – los restaurantes más lindos los tenemos a cuatro o cinco cuadras y los shoppings están enfrente brindando todos los servicios, hasta hay una farmacia cruzando la calle-, permitiendo que el corporativo no tenga que desplazarse mucho, y así utilizar más su tiempo en lo que tiene o quiere hacer. Ese tipo de hotelería nace con El Hub, que ya cumple dos años en el 2018.

Por otro lado – aparte de estos dos pilares diferentes que estamos haciendo-, también fui presidente de la Asociación Hotelera y, como tal, trabajé mucho para afianzar la calidad de la hotelería en Paraguay y para que realmente seamos reconocidos internacionalmente con el nivel que ya estamos dando, iguales al de grandes ciudades. Hoy no es necesario ir a grandes urbes, como Buenos Aires, para comer bien, dormir bien, ver espectáculos e ir a un buen cine. Hoy lo tenemos todo acá, con lindos shoppings y demás. Estoy convencido de que hoy Asunción ya es una oferta importante para la región. La región viene aquí de vacaciones, a trabajar, a pasar fines de semana especiales, incluso la gente se viene a casar. Entonces se crea una nueva demanda de hotelería que antes no teníamos, y con la demanda aparecieron muchos hoteles.

¿Cómo ve la situación actual de la industria hotelera paraguaya?

Creo que se han hecho demasiados hoteles en una misma zona. Hay una oferta demasiado grande en otras partes, pero se siguen haciendo más hoteles en la misma zona. Lastimosamente, creo que no se desparramó bien la hotelería en Asunción y en Paraguay. Eso hace que zonas estén sufriendo mucho la competencia con precios bajos y otras zonas estén más afectadas, porque al mudarse el circuito gastronómico, empresarial, de espectáculos y nocturnos hacia Villamorra y Aviadores, el centro también sufrió mucho. Entonces, creo que esta es la situación: el centro está con el problema de renovarse para dar una oferta colonial interesante, autóctona, linda. Por otro lado, nosotros estamos diferenciados en dos barrios, porque Aviadores es un estilo y Villamorra es otro. Los dos son comerciales y residenciales, pero Villamorra es todavía más residencial, todavía tiene una impronta más barrial. Es una zona donde uno puede caminar mucho y no tener ningún tipo de problema. Creo que Aviadores quedó más corporativo, empresarial y, por supuesto, también tiene los grandes shoppings que ofrecen un turismo de compras, por ende, todo está más volcado hacia Aviadores que a Villamorra. Por eso digo, cada uno con sus características va haciendo una oferta diferente y complementaria a lo que es el centro, que fue nuestra primera situación hotelera en Asunción.

¿Cómo observa el movimiento turístico por la ciudad capital?

El movimiento turístico tiene que ver con la diferencia cambiaria en Argentina. Nosotros somos un turismo básicamente y todavía de compras, porque no hemos explotado las bellezas naturales como para hacer un turismo de paseo. La diferencia entre belleza natural y producto turístico es la infraestructura y la inversión. Si uno tiene un lindo Salto Cristal, por ejemplo, pero no se tiene donde entrar a un baño, donde poner una Coca-Cola, no tenés un hotel, ni un restaurant… te quedaste con la belleza natural y no tenés un producto. Así te puedo hablar de muchísimos lugares que no tienen la infraestructura para hacer turismo de fotos, de “leisure”, de pasar un buen momento.

Nuestro turismo es un turismo de urbe, urbano, de gente que viene a comprar. Vienen a comprar porque el tipo de cambio en Argentina todavía está desfasado de la realidad y Asunción resulta muy barato. Entonces, tenemos una bonanza. Gozamos de un tiempo hasta que las cosas cambien en Argentina y Asunción se vuelva caro nuevamente.

Mientras tanto, sí hemos ganado en turismo de reuniones, en esta oferta hemos ganado mucho espacio. Hoy el turismo de reuniones regional ya mira a Asunción con todas las condiciones para hacer eventos de todo tipo. Ese es un espacio que sí estamos ganando. Y, por supuesto, el turismo empresarial, corporativo, el agrobusiness, con la industria creciente que tenemos. También la muy grande industria de servicios que se está dando en todas las áreas desde la informática financiera, “real state” y demás hace que este negocio perdure.

¿Cuáles son los desafíos que se presentan en el camino para lograr un mayor crecimiento?

El primero es la conectividad, nosotros tenemos un problema que debemos vencer, que es la mediterraneidad. Al tener un problema se tiene que generar una solución. Nosotros deberíamos estar más conectados que nadie, justamente por nuestra deficiencia. Cuando uno tiene un brazo lastimado, el otro brazo lo usa el doble. Nos hace falta un aeropuerto decente, nos falta trabajar en los ingresos del país, no solamente en las aduanas sino también en las rutas de ingreso al país que están muy inseguras, no tan iluminadas, falta marcar bien, falta recibir al huésped de una manera diferente, con menos colas en las aduanas. Si uno se imagina un calor intenso y estar en una cola… no atrae. Lo mismo el aeropuerto, tienen que ser modernos, eficientes, tienen que tener el crecimiento que uno espera tener. Hoy los parkings están abarrotados de vehículos, sufrimos el calor por problemas de aire acondicionado. Estamos con un aeropuerto muy “venido abajo” y lamentablemente no se pudo solucionar el tema de la APP (Asociación público-privada) para poder tener un aeropuerto por lo menos en inicios. Espero que el nuevo gobierno dé prioridad a este tema, que es un déficit importante que tenemos como país.

En años anteriores, el abastecimiento de hoteles en materia de camas, toallas, sábanas y productos de aseo personal, entre otros, ocasionaba una dificultad ya que la mayoría de los hoteles importaba lo que necesitaba, ¿cómo ha cambiado el abastecimiento de hoteles con la producción nacional actual?

Está avanzando mucho lo local. Justamente, algunas maquinarias evidentemente son importadas, pero tenemos colchones de primerísima calidad. Todo lo que es la parte blanca, como sabanas, toallas, mantelería es de altísima calidad y muy buena. También tenemos “amenities” locales que ahora podemos usar. Pero no tenemos desarrollados todavía las cocinas y todo lo que es el equipamiento de generadores, vajillas, todo eso sigue siendo importado hasta que la industria se instale bien. Pero sí se está sustituyendo lo que se puede sustituir y se está haciendo con muy buen nivel.

Lo importante de la hotelería es que es una industria de servicios, porque la industria se trata de transformar algo en un producto. Nosotros transformamos una experiencia de alojamiento, a través de nuestra mano de obra calificada con estándares internacionales y una calidad en el alimento y bebida, en divisas. Entonces, tenemos un valor agregado muy alto. Estamos en la era de la economía del conocimiento y eso es lo que estamos haciendo, no estamos vendiendo materia prima. Hoy, los servicios han tomado un papel preponderante en la economía paraguaya y, económicamente hablando, la parte comercial y de servicios ya logra más del 50 % del PIB paraguayo. Nos llena de orgullo ser parte de este crecimiento.

Hay que ofrecer diferentes productos, en diferentes lugares y en diferentes zonas. Hay que hacer crecer el turismo en ciudades aledañas, en lugares de bellezas naturales.

¿Qué oportunidades promete la industria hotelera para los próximos años?

Yo creo que el Paraguay debería desarrollarse en otras partes que no sean solamente en Asunción. No deberíamos estar todos encimados con un mismo producto y con el mismo target, porque no colabora, no ayuda y no crece. Hay que ofrecer diferentes productos, en diferentes lugares y en diferentes zonas. Hay que hacer crecer el turismo en ciudades aledañas, en lugares de bellezas naturales. Las posadas turísticas que impulsó la SENATUR son un comienzo, pero yo creo que hay que invertir en esto para que tengan el nivel que merecen. Tenemos posadas, pero todavía faltan unos pasos más arriba, y eso tiene que ver con la inversión. Hoy, podemos mirar otros países latinoamericanos y europeos que sí tienen este turismo porque han invertido en el interior. Han invertido en su belleza y recursos naturales. Hicieron las estructuras hoteleras y gastronómicas cercanas a estos lugares y eso abrió el mercado muchísimo más. Por ejemplo, actualmente uno puede viajar por cualquier parte de España, Italia u otro país de Europa con hotelería acorde al lugar donde uno está, para distintos gustos y bolsillos. No solamente las grandes ciudades tienen hotelería, y eso es lo que está pasando en la hotelería internacional. Nosotros estamos concentrados nada más que en la ciudad capital, pero hay mucho más por hacer.

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