En las puertas del final del año 2019 también llega a su fin un conjunto de 10 años en los cuales el mundo cambió de una manera total y absolutamente vertiginosa. En pasadas décadas, las diferencias
tecnológicas entre los principios y finales de estas no eran tan marcadas, a lo sumo existían algunos elementos que se habían vuelto importantes y relevantes, pero en esta que se acaba, prácticamente
podemos decir que absolutamente todo lo que en 2010 era novedoso, hoy ya ni siquiera es obsoleto, sino que directamente pre-histórico.
De seguro que hoy ya todos recuerdan como algo demasiado lejano la aparición de herramientas como el Messenger de Windows o el Blackberry (esto si es que hay aún gente que los recuerda) y lo cierto
es que, aunque parezca que pasaron por lo menos dos décadas desde que estas estuvieron en auge, la verdad es que en algunos casos hasta hace menos de 8 años seguían siendo utilizadas.
Todo esto tiene un protagonista principal, y ese ha sido la innovación, que prácticamente ha sido el principal motor de los negocios y la competitividad de las empresas durante todos estos 10 años.
Mientras en el pasado eran pocas las compañías que tenían la oportunidad de adelantarse a su tiempo de manera exitosa creando algo totalmente nuevo, hoy en día hacer esto es una responsabilidad
más que obligatoria para cualquier empresa.
Una organización que en la actualidad no esté interesada en generar procesos de innovación intensivos y constantes prácticamente está destinada al fracaso desde su inicio. Trabajar desde las nuevas
necesidades que los tiempos modernos crean en los consumidores se ha vuelto una tarea esencial para mantener la competitividad y la rentabilidad de los negocios, y a su vez, todo este movimiento ha
generado e incluso creado nuevos elementos de trabajo dentro de las compañías, algo que se ve reflejado en la gestión de datos, por ejemplo.
No cabe duda que los 10’ han cambiado el mundo de los negocios, todo es mucho más inmediato y los cambios pueden perderse con tan solo parpadear, y es más que seguro que la década del 20’, que
comenzará en tan solo unos días, no hará otra cosa que hacernos vivir un proceso de todavía más intensificación de todo este panorama.
El idioma de los negocios del presente y del futuro sin duda es la innovación, y si esta década ha generado innumerables cambios en tan poco tiempo, es sumamente emocionante e intrigante saber
cuál será la realidad de los negocios y las empresas cuando en 10 años, en diciembre del 2029, estemos despidiendo este nuevo tiempo que está por comenzar. Tan solo queda esperar.
