Desde hace tiempo, el crecimiento del mercado inmobiliario y el alza de las ofertas, se ha hecho presente y notorio. Incluso en tiempos de pandemia, el desarrollo no se detuvo y la competitividad demandó nuevas opciones, para nuevas necesidades de los usuarios finales.
Al respecto, Oscar Barchini, director estratégico de Idees, explica de qué manera la competitividad es uno de los factores que permite la profesionalización y, de esta manera, el consecuente crecimiento del mercado.
Como un círculo virtuoso, en el que la creación de mejores espacios posibilita nuevos proyectos, y los nuevos proyectos crean aún mejores oportunidades para responder a las necesidades de la demanda.
¿Cómo observa el rubro del desarrollo inmobiliario?
El rubro está bastante estable desde hace varios años. Se hablaba inicialmente de una burbuja en el sector inmobiliario, lo que no creo que sea real, ya que todos los proyectos en Paraguay están financiados con capital propio. Aunque haya algunas propiedades que no estén ocupadas, no hay una necesidad de vender a precios más bajos o “regalar” las propiedades, debido a que la financiación es capital propio de los inversores.
Hay oferta de alquiler de ciertos productos; siempre los productos buenos, los que son acordes en precio y calidad, se van moviendo.
Para venta, hay un mix muy interesante de inversores y compradores finales.
Hay un mercado enorme de compradores finales, los cuales no todos tienen acceso a la compra debido a ciertas exigencias bancarias con respecto a determinadas documentaciones. Factores como este llevan a que el usuario final no termine comprando. Un porcentaje bajo de la demanda real es la que puede acceder a los productos.
Los inversores que compran para renta o plusvalía siempre están presentes en el mercado. También hay capital extranjero, inversión de fuera. El mercado está creciendo, no solo en Asunción sino en Gran Asunción y otras ciudades.
¿Cómo trabajan las empresas para responder a la creciente competitividad?
Creo que la competencia es siempre buena, sobre todo cuando uno busca ser profesional; la competencia busca profesionalizar el rubro. Antes, una persona podía construir un edificio sin más; hoy, las exigencias del mercado son mayores. El cliente está mucho más informado justamente por esta variedad de ofertas, que le permiten comparar y analizar la propuesta que recibe por parte de la desarrolladora inmobiliaria. Esto permite que los productos sean mejores, a razón de la exigencia de los clientes.
Lo que hizo la pandemia fue determinar precios más reales. Después de la pandemia, se bajó la suba que se estaba viendo, y se normalizaron a lo que el mercado está dispuesto a pagar. También se lanzaron muchos productos al mismo tiempo, lo que lleva a competir en calidad de producto, a partir de un diferencial o con un precio más bajo.
Sobre las exigencias del consumidor final, ¿hay tendencias que hoy se observan o ciertas necesidades específicas?
Creo que hay para todos, dependiendo de la etapa de vida en la que está una persona. Esto define lo que uno necesita como producto inmobiliario, haciendo que haya oportunidades para todos.
Ahora, creo que al hacer un producto tiene que estar pensado en la persona que va a vivir en él. Un producto que se desarrolla solo contemplando la rentabilidad, termina no siendo exitoso.
Se puede elegir un segmento determinado, y hacer un producto para él. Si es joven, hacer algo pensado en lo que los jóvenes están buscando; si es una familia, pensar en las necesidades y facilidades familiares.
¿Cuál es su opinión en cuanto a las expectativas de crecimiento o el movimiento que se observará en el rubro?
Creo que el crecimiento va a ser sostenido. Creo que va a pegar un disparo para arriba al momento en que tengamos financiación competitiva, accesibles para el consumidor. Entonces, se venderán mucho mejor los productos inmobiliarios.
También creo que hay que pensar en los negocios a largo plazo, como países del primer mundo, vendiendo a 20, 30 años o más, para que realmente sean accesibles los productos para el cliente.
Creo que, como todo mercado, es dinámico, es cambiante y las tendencias varían con rapidez.
Hay que adaptarse a lo que se necesita en el mercado en un momento determinado, observando las oportunidades y entendiendo al consumidor y su manera de pensar.
Toda la ciudad debe ser funcional para lo que el usuario necesita: que el colegio quede cerca, que en la zona haya locales de servicios como bancos, farmacias, etc. Todo esto influye en el momento de tomar una decisión respecto al lugar donde uno va a vivir.
¿Cómo su empresa se posiciona en este contexto?
Idees está hace 11 años en el rubro inmobiliario. Somos una empresa 100% paraguaya, tenemos una segunda empresa en el grupo, Mentor, que es desarrolladora y consultora.
Desde Idees tratamos de comercializar todos los productos del mercado, filtrando los mejores, para presentar a los clientes que acuden a nosotros las mejores ofertas. Nos enfocamos en el producto y el cliente; tratamos de encontrar los mejores productos, para satisfacer al cliente. Con Mentor, desarrollamos productos propios y para terceros.
¿A qué apuntan, a mediano plazo?
Apuntamos a ser una empresa que hace negocios inmobiliarios. No buscamos ser el bróker, sino hacer negocios; hablar con las empresas que buscan expandirse, crecer, comprar tierras, etc. Queremos ser aliados para todas aquellas que busquen abrir nuevas sucursales, crear centros logísticos, etc.
También pretendemos generar negocios inmobiliarios de renta, con contratos interesantes para ofrecer a inversores, con tasas convenientes. Este es el perfil al que apunta Idees: ser una inmobiliaria B2B.
¿Algún mensaje final?
Lo que resume lo que hacemos es generar mejores espacios y mejores ciudades a través de los productos que desarrollamos y cuando surgen oportunidades para inversiones, acompañando a las personas a tomar decisiones importantes.