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Tendencia en finanzas personales: inversores independientes autogestionan sus inversiones

El COVID aceleró en el mundo entero una directriz que hasta hace unos años se concentraba mayormente dentro de los EE.UU. A partir del tiempo de ocio que tuvieron por las cuarentenas y/o aislamientos obligatorios, millones de inversores alrededor del mundo pudieron ocuparse de sus finanzas e indagar y comparar diversos proveedores de servicios financieros. El objetivo, de alguna manera, es operar a bajo costo, o costo cero. Así, las personas empezaron a tener tiempo de ocio y a investigar qué hacer con sus ahorros, cómo evitar costos, comisiones, intermediarios y buscaron la manera de asesorarse ellos mismos, muchas veces a través de las redes sociales.

Aquellas personas que gestionan sus propias inversiones suelen utilizar los conocidos discount-brokers, mayormente en los EE.UU. y Europa. “Este tipo de entidad financiera tiene la gran ventaja de brindar a sus clientes acceso directo al mercado y permitir operar activos financieros con costos y comisiones nulos o muy bajos, sin la intermediación de asesores/vendedores que no agregan valor”, sostiene Mariano Sardáns, CEO de la gerenciadora de patrimonios FDI.

Los discount-brokers son similares a los brokers tradicionales en su estructura, pero al evitar a los comerciales, permite que los inversores, o nuevos inversores independientes, realicen operaciones de compra/venta con comisión cero para varios tipos de títulos, ínfimas diferencias de precios en la compra y venta de bonos, así como la bonificación del costo de muchos servicios financieros.

Ahora bien ¿cuál es el mayor desafío para quien se autogestiona? Sardáns sostiene que “reside en saber o dar cuenta de cómo debiese estar estructurada su cartera o portafolio de acuerdo a sus objetivos, necesidades de liquidez y particularidades patrimoniales, fiscales y familiares. La tarea se vuelve más difícil al momento de tener que elegir una opción, entre muchas alternativas, que sea superadora y que contribuya a incrementar la rentabilidad, liquidez, reducir costos al mínimo posible, así como también reducir impuestos”.

La realidad es que estos inversores se dieron cuenta de que realizar operaciones mediante el pago de una comisión por comprar o vender un título y otros costos financieros a un supuesto asesor -que en realidad es un vendedor de productos/servicios financieros ansioso por alcanzar sus objetivos de venta-, ya no les agrega valor. Eventualmente, buscan un asesor profesional con intereses alineados. Es decir, que sólo cobre honorarios pactados con el propio cliente y no comisiones o retornos de ningún tipo.

Si bien todo pareciera estar en condiciones para que cada inversor pueda hacerse cargo de los movimientos que cree más conveniente a su portfolio, las emociones pueden jugar una mala pasada. En este punto, el experto internacional sostiene que “el factor emocional es muy importante en el gerenciamiento de activos, ya que las decisiones no deben tomarse de forma apresurada y sin analizar el mercado. Una de las principales funciones de un asesor es ayudar a tomar decisiones razonadas y bajo fundamento técnico. Es decir, evitar tomar decisiones “emocionales” que puedan afectar gravemente a su propia cartera. Más aún los inexpertos, que a su vez necesitan entender los pro y contras de cada instrumento financiero, sus versiones, costos ocultos y hasta sus consecuencias tributarias, tanto en el país donde invierten como en su país de residencia”. En definitiva, que sepa prepararlo para lo peor, esperando lo mejor.

Pero poder operar a costo cero o casi nulo es un gran logro y un inmenso ahorro para los inversores, en perjuicio de las entidades financieras. Un “gustito” al cual los inversores ya no quieren resignarse.

FDI gerencia patrimonios y brinda soluciones que permiten eficientizar y proteger los bienes de sus clientes. Cuenta con tres oficinas en Uruguay, Estados Unidos y Argentina, desde donde brindan atención a clientes de 14 países residentes en Latinoamérica, Estados Unidos y Europa. FDI Gerenciadora de Patrimonios se encarga desde la instrumentación de las plataformas que necesitan sus clientes para manejar sus saldos transitorios, hasta la ejecución de sus inversiones, pasando por la planificación financiera, tributaria, sucesoria y la estructuración de los vehículos legales para proteger sus bienes.

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