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Equipos de alto desempeño y liderazgo compartido

El papel del líder siempre se ha estudiado, analizado, discutido. Aun así, hasta ahora siguen vigentes las interrogantes: ¿cómo liderar mejor?, ¿qué aptitudes son fundamentales para dirigir eficazmente a los equipos? y ¿cuál es el rol de la actitud, en esto?

“Se precisa que todos las personas se suban al barco y se necesita un capitán que entienda su rol”, afirma Gonzalo Noya, socio de Xn Partners, al explicar los roles de los miembros de un equipo de alto desempeño.

¿Cuáles son las aptitudes y actitudes de un equipo que logre destacarse en su gestión?

En el libro “Algo + Grande, el poder del equipo para lograr lo imposible” describimos todo lo que se precisa para convertir un grupo de personas en un equipo de alto desempeño.  Los equipos no nacen por suerte o casualidad, se construyen. 

Existen 6 dimensiones sobre las que se debe trabajar.  Una de las dimensiones la llamamos “Personas competentes y complementarias” y habla sobre las aptitudes que tiene que tener un jugador del equipo. 

Una persona competente es alguien que logra el resultado de su rol.  Por ejemplo, en el fútbol, un buen portero es el que ataja, punto.  Un buen vendedor es el que vende, punto. 

Se precisan personas que logren el resultado de su rol y, si alguna vez no lo logran, que “dejen todo en la cancha”; que realmente quede claro que hicieron todo el esfuerzo para lograrlo. 

Esto es para nosotros una persona competente: alguien que, obviamente, tiene el conocimiento para hacer las cosas; alguien que tiene también las habilidades para lograr que ese conocimiento entregue resultados y alguien que haga todo el esfuerzo necesario. 

A veces hay algún miembro del equipo que logra los resultados pero que tiene ciertas “actitudes” que no son las que queremos, muchas veces llegan a ser tóxicos para el equipo.  Por eso hay otra dimensión clave que la llamamos “valores compartidos”. 

No se trata de tener resultados de cualquier manera.  Los resultados determinan lo que queremos lograr, los valores, el cómo queremos hacerlo.  En Xn pensamos que hay 4 actitudes clave: Actitud positiva, responsabilidad individual, mejora continua y la actitud de querer trabajar en equipo.  

Estas actitudes están reflejadas en el libro “No + Pálidas (quejas, excusas), 4 actitudes para el éxito”.   Les recomendamos que tengan una conversación con los miembros de su equipo y acuerden que actitudes esperan de sus colegas y cuales no van a estar dispuestos a tolerar.  ¡Hagan un acuerdo sobre los valores compartidos! 

Generalmente, al hablar de liderazgo de equipos, se observa a los líderes de estos. Pero, ¿qué papel ejerce el equipo en sí, haciendo que sea posible dirigirlo eficazmente?

Jefe te nombra alguien, líder te nombran quienes te siguen.  Para construir un equipo de alto desempeño se necesita el liderazgo de todas las personas del equipo.  Muchas veces en estos equipos uno no puede darse cuenta de quién es el jefe, porque el liderazgo se comparte. 

Evidentemente, la persona de más cargo jerárquico (el jefe) tiene más responsabilidades y tiene un rol que jugar. Pero, para construir un equipo de este estilo, se precisa el compromiso de todas las personas del equipo. 

En Xn apoyamos a lo equipos para que eleven su desempeño a través de programas personalizados.  Evidentemente, trabajamos primero con el jefe, pero no trabajamos solo con él, sino con todas las personas del equipo. 

Por ejemplo, hacemos una sesión de dos días para que juntos definan lo que quieren lograr juntos, estableciendo metas concretas con una fecha. Así, conversan sobre la importancia de lo que hacen (el propósito del equipo), acuerdan los roles y responsabilidades de cada uno, pidiendo la ayuda que precisan de sus colegas.

También se acuerdan las reglas de funcionamiento – por ejemplo, cómo van a manejar las reuniones o como van a tomar la decisiones -, acuerden los valores compartidos y acuerden los comportamientos esperados por las personas para que la confianza emerja. 

Estas son las seis dimensiones de nuestro modelo.  Hacer esta sesión con todos los miembros del equipo es clave porque “la gente se compromete con lo que ayuda a construir”.   

Para crear un equipo de alto desempeño se precisa que todos las personas se suban al barco y se necesita un capitán que entienda su rol.  No se precisa un jefe, se precisa un gran líder que permita brillar al resto, dejando que lideren cuando corresponde.

Con el tiempo, ¿cambian los desafíos del liderazgo de los equipos?

Sin dudas, con el tiempo y con las personas que están trabajando en el equipo.  Cuanto más madurez tienen las personas y más “batallas” han peleado juntos, el rol del jefe cada vez se hace menos visible y el liderazgo distribuido se hace cada vez mas presente. 

Esto siempre y cuando el equipo se haya fusionado.  Al principio, quizá el jefe tenga que empujar más, tomar más decisiones rápidas involucrando poco al resto del equipo. Pero, si este comportamiento no cambia a medida que las personas crecen, sin duda hay un problema en ese jefe y en ese equipo. 

Para ilustrar esto, nos gusta presentar una analogía: al inicio se precisa un bulldozer para arrancar y ayanar el camino, luego se pasa a ser el bagón de adelante del tren, mostrando el camino pero dejando que el resto también haga su parte. Al final se convierte en una simple brújula, que es consultada por aquellos que necesitan ayuda o dirección.

¿Cuál es la tarea pendiente y actual en esta materia?

A mi juicio, muchas personas que fueron nombradas jefes aún no han comprendido bien su rol.  Se imaginan que son los que tienen que tomar todas las decisiones, que su rol principal es controlar y exigir.  Pero los que son verderamente buenos jefes no hacen eso. 

Son líderes que inspiran, dan libertad, están disponibles para ayudar y cuando hay problemas se involuran más que nadie.  Reconocen a las personas, disfrutan cuando los demás brillan. 

Porque, cuando te nombran jefe se dejó de tratar de ti, se trata de ellos.  Y es importante aclarar que no son “buenos amigos”, porque al mismo tiempo exigen muchísimo a las personas, se aseguran que los resultados se logran.

La materia pendiente es que más jefes hagan la metamorforsis y se conviertan en líderes, dejen de ser gusanos para convertirse en mariposas.

¿Cuál es la relación entre la gestión y liderazgo de equipos y el desarrollo de estrategias y respuestas competitivas?

No son las empresas que tienen la mejor estrategia las que ganan en el mercado.  Tampoco son las que tienen más capital.  Un par de jóvenes en un garage han destrozado industrias enteras y derrocado a grandes corporaciones. 

Porque, al fin y al cabo, la estrategia la construye y la lleva adelante “alguien”.  El capital lo consigue y lo invierte “alguien”.  Y ese “alguien” generalmente es un equipo. 

El instrumento más poderoso en cualquier organización es el equipo.  El poder del equipo es mayor que el de la estrategia y el capital.  Obviamente, es importante que el equipo trabaje en acordar una estrategia y que esa estrategia sea buena. 

De hecho, una de las actividades clave que hacemos con los equipos para acompañarlos en su viaje es una sesión para que juntos acuerden la estrategia y se distribuyan las responsabilidades para que no sea solo un sueño, ¡que se ejecute!

Sin duda, la estrategia es importante. Pero, sin un equipo de alto desempeño, es solamente una declaración hecha por una persona o una consultora, que luego queda olvidada y procastinada por la operación diaria.

¿Algo que quiera añadir?

La construcción de equipos de alto desempeño es un proceso clave en cualquier organización y no debería ser librado al azar.  Existen técnicas específicas para convertir un grupo de personas en un equipo de alto desempeño. 

Al igual que en las organizaciones hay procesos por ejemplo para facturar o para entregar un servicio, existe un proceso para construir equipos que hemos aplicado por más de 15 años en Xn y sabemos que funciona. 

Les recomendamos que profundicen sobre estas técnicas y no dejen librado al azar el instrumento más poderoso que existe en su organización: su propio equipo. 

Si quieren más información sobre los temas abordados en este artículo le recomendamos que adquiera el libro “Algo + Grande, el poder del equipo para lograr lo imposible” o el libro “No + Pálidas, 4 actitudes para el éxito”.

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